El principio de Arquímedes, puede
enunciarse como: “Todo sólido de volumen V sumergido en un fluido, experimenta
un empuje hacia arriba igual al peso del fluido desalojado”.
La idea le vino a la mente mientras se bañaba y fue tanta su exaltación que, completamente desnudo, corrió por las calles gritando: EUREKA!, que significa “lo descubrí”.
Arquímedes pensó en comprar la
corona con un lingote de oro puro de peso idéntico, si ambos se arrojaban al
agua debería desplazar el mismo volumen de líquido. Durante su investigación,
encontró que aunque los dos pesaban lo mismo en el aire, al sumergirlos en el
agua la corona pesaba menos que el lingote y por consiguiente, sabiendo que el
peso es igual a la densidad por la gravedad, la corona no era de oro puro.
Éste concepto es utilizado
actualmente para determinar la densidad de los sólidos y consiste en Determinar
el Empuje (E), el cual se halla realizando las diferencia entre el peso del
sólido en el aire, y el peso aparente del sólido sumergido en el líquido. El volumen
del líquido desalojado corresponde al volumen del sólido sumergido.
De ésta forma es fácil calcular la densidad de sólidos, en
especial aquellos que tienen forma irregular.
Una observación es que éste principio puede ser usado con
cualquier liquido de volumen y densidad
conocida, es decir que funciona siempre que tengas un sólido más o igual de
denso que el líquido en que es sumergido.
Fuente:
Osorio R. (2009). Manual de técnicas de
laboratorio químico. Medellín: Editorial Universidad de
Antioquia. Disponible en: http://books.google.com.pe/books?id=vv_w_FC4vNUC&pg=PA43&dq=principio+de+arquimedes&hl=en&sa=X&ei=cawHVPv6AsTLggTpnIGoBA&ved=0CDsQ6AEwBA#v=onepage&q=principio%20de%20arquimedes&f=false
Fuente:
Kane J. y Sternheim M. (2000). Física. Bogotá: Reverté. Disponible en: http://books.google.com.pe/books?id=lj5kLw2uxGIC&pg=PA292&dq=principio+de+arquimedes&hl=en&sa=X&ei=cawHVPv6AsTLggTpnIGoBA&ved=0CCMQ6AEwAQ#v=onepage&q=arquimidez&f=false
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