domingo, 24 de febrero de 2013

El amante del mar/La noche del pescador



“El océano puro y azul, profundo y tranquilo,
es dueño de mi alma y mis pensamientos.
Es la amante que comparte mis secretos,
y la diosa que retiene mis pesares.
Los frutos abundantes que me trae,
por serle fiel a pesar de mis amores terrenales,
demuestra lo excelsa y buena compañera
que llega a ser para un hombre, eterno solitario”

Fragmento de una vieja canción de pescadores encontrada en un antiguo diario en un pueblo a orillas de la playa y que hoy en día cantan, con algunas variaciones, los viejos marineros retirados.

En una travesía escuché que suele suceder, en un ínfimo porcentaje de la población, que el azul del mar invade el alma de los humanos y, producto de ello, llegan a fusionarse en un nuevo ser: mitad persona y mitad naturaleza. Un grupo de semidioses confundidos que no saben si pertenecen al resto de mortales o a un poder más lejano.  En aquel largo viaje escuché a ancianos y niños hablar de una misma historia, una misma creación y un mismo origen de sangre. En aquel lugar perdido, unos nómadas marineros contaban con orgullo una leyenda.