¿Compartir o monopolizar?

A lo largo de mi carrera universitaria he visto muchas veces como mis compañeros y yo hemos enfrentado el mismo dilema cada vez que realizamos un trabajo:  ¿lo compartimos o lo resguardamos?

Y es que cuando inviertes gran parte de tu tiempo y energía en lograr un producto que cumpla con tus expectativas y requisitos personales de calidad, resulta difícil desprenderse de el y simplemente entregárselo a terceros para que ellos lo utilicen sin haberse esforzado tanto como tu. Aquí es donde surge el dilema: ¿Qué debemos hacer con la información? ¿Compartirla o monopolizarla? 

Me imagino que la respuesta mas evidente para todos los que lean este artículo es que compartirla es lo correcto, es decir, monopolizar "suena feo" ¿no? Por eso, no le encuentro sentido al hecho que verdaderamente es difícil encontrar profesionales que compartan la información que generan. Abundan los profesores que no publican sus trabajos de investigación, como también los que no entregan todos sus conocimientos a sus estudiantes porque piensan que deben mantener la jerarquía donde "el profesor sabe más".

Lo que sucede es que seguimos pensando que, cuando compartimos nuestra información, la van a usar para copiarse y todavía tenemos la mentalidad de que esto es algo malo. Sin embargo, lo que no reconocemos es que ser copiados es lo mejor que nos puede suceder. La posibilidad de ser copiados es uno de los principios fundamentales del método científico: la reproducibilidad. 

Aun recuerdo mis primeras clases de ciencias en el colegio cuando la profesora explicaba que para que tengan validez los resultados de un experimento, estos deben ser replicables por cualquier otra persona en cualquier parte del mundo. El problema, es que no recuerdo que en algún momento la profesora haya hecho hincapié en que cada uno de nosotros debía compartir nuestros métodos y resultados para que alguien más los pueda replicar.

Que tu trabajo sea replicado solo fortalece tu investigación. Le da merito. Valida tus métodos y resultados. Significa que alguien más está interesado en el mismo tema en el que tu invertiste tu tiempo y energía, y que utilizará tu trabajo como base para aportar algo más y contribuir a que se genere aún más investigación e información. En el peor de los casos, cuestiona tu trabajo. ¿Qué tiene de malo? Al fin y al cabo, si tu trabajo es refutado, esto solo conduce a generar nuevas perspectivas, nuevos conocimientos y nueva información para divulgar.

Solo recae en nosotros lo que haremos de ahora en adelante, ¿compartir o monopolizar?