¿A qué país no le gustaría ganar dinero? Y ¿A qué empresas no les gustaría
hacer sus procesos más eficaces, rentables y eficientes? Dudo que alguno
responda negativamente. Hoy por hoy, el concepto que se entendía por
“crecimiento” ha cambiado y cada vez más empresas apuestan a largo plazo. Del
mismo modo, la palabra ‘‘sostenible’’ se ha convertido en un requisito, dentro
del cual se contempla el cuidado ambiental como pieza clave para que un
proyecto se realice.
Les recuerdo todo esto, para que dirijamos nuestra atención hacia un mercado que ya viene funcionando desde 1997 como parte de una de las tres medidas primordiales del Protocolo de Kyoto, y que a juzgar por las ganancias, se ha convertido en un negocio ‘‘sostenible’’, pues no sólo nos beneficia económica y socialmente, mejor aún, tiene como objetivo reducir el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los paises y ayuda a financiar proyectos ambientales, beneficiando a aquellas que disminuyen la contaminación y haciendo pagar a las que contaminan más de lo permitido.
El sistema considera el derecho a contaminar como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado. Así un bono de carbono equivale a una tonelada de CO2 que se deja de emitir y que en el mercado toma un precio de alrededor de los 14 dólares.
Existen varios tipos de bonos sin embargo, son los CER (Certificado de Emisiones Reducidas) los que se comercializan. Estos se obtienen cuando se realizan proyectos ambientales como por ejemplo, generación de energía renovable, mejoramiento de eficiencia energética de procesos, forestación, limpieza de lagos y ríos, etc.
Este sistema de compra-venta de emisiones de gases de efecto invernadero, establecido por los países pertenecientes al Anexo 1 el Protocolo e Kyoto, permite a aquellos que han reducido sus emisiones más de lo comprometido, vender los CER a los países que no hayan alcanzado a cumplir con su compromiso. Se sabe que la Unión Europea y Japón encabezan la lista de países compradores, mientras que la India y China son los mayores vendedores en el mercado del carbono.
Es necesario indicar que actualmente este mercado ya representa ingresos de aproximadamente 4000 a 5000 millones de dólares anuales. No cabe duda de la importancia de este mercado y de la gran oportunidad de generar ingresos a partir del cuidado del medioambiente.
Cabe mencionar, que no obstante aún existe desconocimiento por parte de las empresas peruanas sobre los bonos de carbono y los beneficios que éstos brindan en materia financiera y ambiental, existe el interés en tener información y poder participar en dicho mercado.
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